Aunque las hay asintomáticas, muchas generan contracturas musculares y un molesto dolor, que puede irradiarse hacia los brazos o las piernas según donde se encuentre. Molestias que acaban dificultando el día a día de aquellos que las padecen. Uno de los objetivos en Pilates es la descompresión vertebral, a través de un trabajo de estabilidad lumbopélvica (pelvis neutra) y del cinturón escapular, junto con la tonificación de la musculatura profunda, siempre con la ayuda de la respiración costal. Como resultado, aunque hay casos en los que la cirugía es la única opción, la reeducación postural te ayudará a mitigar el posible dolor causado y a conseguir una mejor calidad de vida.

Hay dos tipos, postural (en la que no se produce un cambio permanente en la estructura ósea) y estructural (en la que sí se produce)

En ambos casos, el objetivo es disminuir las molestias a través de una reeducación postural ayudada por la respiración.

Con ello se pretende una estabilización a nivel intervertebral, una buena orientación lumbopélvica, así como el control total del cuerpo.

Es una enfermedad que debilita los huesos volviéndolos frágiles y aumentando el riesgo de fractura. Pilates es un entreno seguro y efectivo para los que la padecen, ya que sin alto impacto beneficia la densidad mineral ósea (huesos más fuertes).

A través de un desarrollo muscular uniforme, la mejora de la alineación, la conciencia postural, el entrenamiento del equilibrio… se generan una gran variedad de estímulos que nos ayudan a mejorar la movilidad articular y a prevenir caídas y sus imprevisibles consecuencias.

Practicar Pilates permite que las mujeres se adapten mejor a los cambios producidos por las distintas etapas del embarazo: Aumentará tu conciencia corporal, y a la vez te ayudará a prevenir y eliminar dolores posturales como, por ejemplo, el síndrome del piramidal o falsa ciática.

Cuando nazca el bebé, haber fortalecido tus brazos y espalda te ayudará en tu día a día, y, cómo no, a coger al niñ@ por más tiempo sin problemas ni dolores.

Pilates e hipopresivos, en el post parto, se trabajarán en sinergia para que tu suelo pélvico o en caso de cesárea la recuperación sea más efectiva y mucho más rápida.

Cuando hablamos de alto rendimiento deportivo lo primero que viene a la cabeza es la prevención de lesiones o si ya se han padecido, no volver a recaer. En ambos casos, Pilates ayuda a fortalecer la musculatura estabilizadora, que a la vez hace que se desarrollen los grupos musculares más grandes, “de la misma manera que pequeños ladrillos construyen grandes edificios” (Joseph Pilates). Así, jugador@s de fútbol, de basket, bailarin@s… integran en sus rutinas el entrenamiento de Pilates por los numerosos beneficios que consiguen practicando la contrología.

Los niñ@s: Es con ellos donde Pilates consigue los cambios más profundos a nivel estructural, como por ejemplo en problemáticas de escoliosis. A su vez, se trabajará la musculatura inhibida por los hábitos del presente: posiciones incorrectas prolongadas en el uso de móviles, consolas…, sedentarismo.

Las sesiones introducirán juegos que harán volar la imaginación. Alazet pretende mantener la mente del niño activa, lejos del aburrimiento. Si se logra despertar la curiosidad hacia el método, aceptarán de una forma natural el movimiento eficiente puesto en práctica.

La 3ª edad: Se buscará mejorar la movilidad de pies a cabeza, aumentar vuestra fortaleza y flexibilidad. Como ejemplos, el trabajo se traducirá en una mayor capacidad de reacción ante una posible caída o en recuperar rango de movimiento en personas con prótesis de cadera, rodilla… Las máquinas serán unas grandes aliadas para vosotr@s.

Adultos: El entrenamiento consciente y profundo de aquellos que no padezcan patología alguna les proporcionará el bienestar físico y mental buscado, al tiempo que les ayudará a eliminar el stress generado en el devenir cotidiano.